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Aunque están fabricadas con materiales muy resistentes, no debemos olvidar que las carillas no son tan fuertes como el propio esmalte dental. También necesitan cuidados específicos para prolongar al máximo su vida.
¿Qué son las carillas dentales?
Las carillas dentales son un tipo de prótesis dental que consiste en una fina capa adherida a la superficie del diente. Se utilizan para corregir el color, forma o tamaño de los dientes, mejorando el aspecto de la sonrisa inmediatamente después de su colocación.
Existen muchos tipos de materiales usados en la fabricación y diseño de carillas. Entre las más comunes se encuentran las carillas de composite, porcelana y resina, cada una con diferentes características, ventajas y desventajas que determinarán la elección del paciente.
Cuidados y recomendaciones para las carillas dentales
Así como es importante cuidar la salud del esmalte dental, las finas carillas de porcelana o composite necesitan un cuidado especial. Las carillas se unen al exterior del diente mediante un adhesivo fuerte. Sin embargo, con el tiempo pueden aflojarse o empezar a cambiar de apariencia.
Las carillas de composite duran alrededor de 5 años, mientras que las de porcelana, que son más resistentes, duran entre 10 y 15 años. Después de valorarte, tu dentista será el encargado de asesorarte sobre la mejor opción de tratamiento.
Si quieres que tus carillas duren el mayor tiempo posible, cuídalas como a tus dientes naturales siguiendo estas recomendaciones:
Evite alimentos y bebidas con colorantes.
Esto es especialmente cierto para las carillas de composite. Suelen mancharse fácilmente cuando se consumen con frecuencia alimentos y bebidas oscuras. Café, vino tinto, té, cola, frutos rojos, salsa de soja y chocolate negro son algunos de los alimentos y bebidas de los que no se debe abusar para que las carillas mantengan su color natural.
Evite los alimentos duros y pegajosos.
Las carillas pueden romperse por el consumo de alimentos muy duros, por lo que se recomienda tener mucho cuidado al consumirlas y preferiblemente cortarlas o triturarlas utilizando las muelas posteriores. Los alimentos pegajosos también suponen un gran riesgo para las carillas, ya que pueden provocar que se desprendan.
Evita fumar
Otra de las sustancias que pueden oscurecer y alterar el aspecto de las carillas dentales, así como de los propios dientes naturales, es la nicotina del tabaco. Esto puede afectar el tono de las carillas. El tabaco también es muy nocivo y conviene reducir o eliminar por completo su consumo.
Cepillado de dientes
Imprescindible en todos los casos. El cepillado de dientes es fundamental para mantener la integridad de las carillas dentales. Las carillas dentales no están exentas de la formación de biopelículas dentales y acumulación de sarro.
Limpieza con hilo dental
No debemos olvidar la importancia de la limpieza interdental, ya que gran parte de las bacterias bucales se acumulan entre los dientes. El uso de hilo dental o, en su caso, cepillos interdentales, asegura una mayor limpieza en toda la boca.
Uso de enjuague bucal
Para completar la higiene bucal y proteger la integridad de las carillas, los enjuagues bucales son el mejor complemento.
Morder objetos duros
Un mal hábito totalmente incompatible con el uso de carillas dentales es masticar objetos duros como un bolígrafo. Este hábito podría dañar el material, que con el tiempo se vuelve más frágil y puede romperse o desprenderse.
No utilices los dientes como herramienta.
Otro hábito común y perjudicial para los dientes es usarlos para abrir objetos, cortar determinados materiales o sujetar algunas cosas duras y pesadas. Sin darte cuenta, estos pequeños hábitos pueden pasarle factura a tu esmalte dental, pero especialmente a tus delicadas carillas.
Tratar el bruxismo
Las personas que sufren de bruxismo, apretando la mandíbula o rechinando los dientes de forma involuntaria, tienen mayor riesgo de romper sus carillas. Para evitarlo, el uso de una férula de descarga es de gran ayuda para tratarlo y prevenir el desgaste dental.
Visita al dentista
Una visita anual al dentista para un chequeo y limpieza profesional es otra medida para el cuidado de las carillas dentales. De esta manera, cualquier problema puede detectarse y tratarse en una fase temprana.
Mantenimiento de carillas
Además, las carillas necesitan su propio mantenimiento dependiendo del tipo de material con el que estén fabricadas. Estos controles se deben realizar cada 5 a 10 años dependiendo del material del que esté hecha la carilla.
Durante esta evaluación, el profesional valorará su estado y si es necesario reponerlos o algún tipo de tratamiento para mantenerlos en un estado adecuado.
Consultar urgentemente al dentista ante cualquier problema.
No dudes en visitar a tu dentista lo antes posible si notas algún cambio en la forma o composición de tus carillas. Si por algún motivo se sueltan, empiezan a moverse o muestran coloraciones extrañas, es importante actuar a tiempo para evitar daños mayores.
Cuida bien tus dientes y carillas siguiendo estas recomendaciones y te durarán más. Utilice los mejores productos para obtener excelentes resultados: ¡Lo notarás!
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